En su primer día como presidente, Donald Trump ha emitido una serie de órdenes ejecutivas que modifican significativamente la política exterior de Estados Unidos. La decisión de retirarse del Acuerdo de París supone un paso atrás en los compromisos ambientales del país, con posibles repercusiones en la lucha global contra el cambio climático. Asimismo, su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un contexto de crisis sanitarias internacionales, podría debilitar la capacidad de respuesta ante futuras pandemias. Por otro lado, la retirada del pacto fiscal de la OCDE podría afectar la estabilidad económica mundial y dificultar la cooperación tributaria entre países.
Estas medidas han generado inquietud entre líderes y analistas internacionales, quienes advierten que Estados Unidos podría quedar más aislado en el escenario global, abriendo espacio para que otras potencias asuman un mayor liderazgo en áreas clave. La comunidad internacional sigue de cerca las posibles consecuencias de estas decisiones en la diplomacia y la cooperación multilateral.